Los términos
desarrollo sostenible, desarrollo perdurable
y desarrollo sustentable se aplican al desarrollo socioeconómico, y su
definición se formalizó por primera vez en el documento conocido como Informe
Brundtland (1987), fruto de los trabajos de la Comisión Mundial de Medio
Ambiente y Desarrollo de Naciones Unidas, creada en Asamblea de las Naciones
Unidas en 1983. Dicha definición se asumió en el Principio 3º de la Declaración
de Río (1992). Es a partir de este informe cuando se acotó el término inglés
sustainable development, y de ahí mismo nació la confusión entre si existe o no
diferencia alguna entre los términos desarrollo sostenible y desarrollo
sustentable.
A partir de la década de 1970, los científicos
empezaron a darse cuenta de que muchas de sus acciones producían un gran
impacto sobre la naturaleza, por lo que algunos especialistas señalaron la
evidente pérdida de la biodiversidad y elaboraron teorías para explicar la
vulnerabilidad de los sistemas naturales (Boullón, 2006:20).
La única diferencia que existe
entre desarrollo sostenible y desarrollo sustentable es que el desarrollo
sustentable es el proceso por el cual se preserva, conserva y protege solo los
Recursos Naturales para el beneficio de las generaciones presentes y futuras
sin tomar en cuenta las necesidades sociales, políticas ni culturales del ser
humano al cual trata de llegar el desarrollo sostenible que es el proceso
mediante el cual se satisfacen las necesidades económicas, sociales, de
diversidad cultural y de un medio ambiente sano de la actual generación, sin
poner en riesgo la satisfacción de las mismas a las generaciones futuras. En el
informe de Brundtland, se define como sigue:
Satisfacer las necesidades de las generaciones presentes sin
comprometer las posibilidades de las del futuro para atender sus propias
necesidades. (Comisión del Desarrollo y Medio Ambiente citado en Ramírez et al,
2004: 55). (Comisión Brundtland):
Nuestro Futuro Común
El ámbito del desarrollo sostenible puede dividirse conceptualmente
en tres partes: ecológico, económico y social. Se considera el aspecto social
por la relación entre el bienestar social con el medio ambiente y la bonanza
económica. El triple resultado es un conjunto de indicadores de desempeño de
una organización en las tres áreas. Pero tiene cuatro dimensiones:
• Conservación
• Desarrollo (apropiado) que no afecte a los ecosistemas
• Paz, igualdad y respeto a los derechos humanos
• Democracia
Deben satisfacerse las
necesidades de la sociedad como alimentación, ropa, vivienda y trabajo, pues si
la pobreza es habitual, el mundo estará encaminado a catástrofes de varios
tipos, incluidas las ecológicas. Asimismo, el desarrollo y el bienestar social,
están limitados por el nivel tecnológico, los recursos del medio ambiente y la
capacidad del medio ambiente para absorber los efectos de la actividad humana.
Ante esta situación, se plantea la posibilidad de mejorar la tecnología y la
organización social de forma que el medio ambiente pueda recuperarse al mismo
ritmo que es afectado por la actividad humana.
Ámbito de aplicación
y definiciones
El desarrollo sostenible se
aceptó exclusivamente en las cuestiones ambientales. En términos más generales,
las políticas de desarrollo sostenible, afectan a tres áreas: económica,
ambiental y social. En apoyo a esto, varios textos de las Naciones Unidas,
incluyendo el Documento Final de la cumbre mundial en el 2005, se refieren a
los tres componentes del desarrollo sostenible, que son el desarrollo
económico, el desarrollo social y la protección del medio ambiente, como
"pilares interdependientes que se refuerzan mutuamente".
La puesta en práctica del
desarrollo sostenible tiene como fundamento ciertos valores y principios
éticos. La Carta de la Tierra presenta una articulación comprensiva e integral
de los valores y principios relacionados a la sostenibilidad. Este documento,
el cual es una declaración de la ética global para un mundo sostenible, fue
desarrollado a partir de un proceso altamente participativo global, por un
período de 10 años, iniciado en la Cumbre de Río 92, y el cual culminó en el
año 2000. La legitimidad de la Carta de la Tierra proviene precisamente del
proceso participativo el cual fue creado, ya que miles de personas y
organizaciones de todo el mundo brindaron su aporte para encontrar esos valores
y principios compartidos que pueden ayudar a las sociedades a ser más
sostenibles. Actualmente existe una creciente red de individuos y
organizaciones que utilizan este documento como instrumento educativo y de
incidencia política.
La Declaración Universal sobre la
Diversidad Cultural (Unesco, 2001) profundiza aún más en el concepto al afirmar
que "... la diversidad cultural es tan necesaria para el género humano
como la diversidad biológica para los organismos vivos"; Se convierte en
"una de las raíces del desarrollo entendido no sólo en términos de
crecimiento económico, sino también como un medio para lograr un balance más
satisfactorio intelectual, afectivo, moral y espiritual". En esta visión,
la diversidad cultural es el cuarto ámbito de la política de desarrollo sostenible.
En la misma línea conceptual se orienta la organización mundial de ciudades
(Ciudades y Gobiernos Locales Unidos, CGLU) con la Agenda 21 de la cultura.
El "desarrollo verde"
generalmente es diferenciado del desarrollo sostenible en que el desarrollo
verde puede ser visto en el sentido de dar prioridad a lo que algunos pueden
considerar "sostenibilidad ambiental" sobre la "sostenibilidad
económica y cultural". Sin embargo, el enfoque del "desarrollo
verde" puede pretender objetivos a largo plazo inalcanzables Por ejemplo,
una planta de tratamiento de última tecnología con gastos de mantenimiento
sumamente altos no puede ser sostenible en las regiones del mundo con menos
recursos financieros. Una planta de última tecnología "respetuosa con el
medio ambiente" con altos gastos de operación es menos sostenible que una
planta rudimentaria, incluso si es más eficaz desde un punto de vista
ambiental. Algunas investigaciones parten de esta definición para argumentar
que el medio ambiente es una combinación de naturaleza y cultura. El sitio
"Desarrollo sostenible en un mundo diverso" trabaja en esta dirección
integrando capacidades multidisciplinarias e interpretando la diversidad
cultural como un elemento clave de una nueva estrategia para el desarrollo
sostenible.
Un desarrollo económico y social respetuoso con el medio ambiente
El objetivo del desarrollo
sostenible es definir proyectos viables y reconciliar los aspectos económico,
social, y ambiental de las actividades humanas; "tres pilares" que
deben tenerse en cuenta por parte de las comunidades, tanto empresas como
personas:
• Sostenibilidad económica: se da
cuando la actividad que se mueve hacia la sostenibilidad ambiental y social es
financieramente posible y rentable.
• Sostenibilidad social: basada
en el mantenimiento de la cohesión social y de su habilidad para trabajar en la
persecución de objetivos comunes. Supondría, tomando el ejemplo de una empresa,
tener en cuenta las consecuencias sociales de la actividad de la misma en todos
los niveles: los trabajadores (condiciones de trabajo, nivel salarial, etc.),
los proveedores, los clientes, las comunidades locales y la sociedad en
general.
• Sostenibilidad ambiental:
compatibilidad entre la actividad considerada y la preservación de la
biodiversidad y de los ecosistemas, evitando la degradación de las funciones
fuente y sumidero. Incluye un análisis de los impactos derivados de la
actividad considerada en términos de flujos, consumo de recursos difícil o
lentamente renovables, así como en términos de generación de residuos y
emisiones. Este último pilar es necesario para que los otros dos sean estables.
Justificación del desarrollo sostenible
La justificación del desarrollo
sostenible proviene tanto del hecho de tener unos recursos naturales limitados
(nutrientes en el suelo, agua potable, minerales, etc.), susceptibles de
agotarse, como del hecho de que una creciente actividad económica sin más
criterio que el económico produce, tanto a escala local como planetaria, graves
problemas medioambientales que pueden llegar a ser irreversibles.
Condiciones para el desarrollo sostenible
Los límites de los recursos
naturales sugieren tres reglas básicas en relación con los ritmos de desarrollo
sostenibles.
1. Ningún recurso renovable
deberá utilizarse a un ritmo superior al de su generación.
2. Ningún contaminante deberá
producirse a un ritmo superior al que pueda ser reciclado, neutralizado o
absorbido por el medio ambiente.
3. Ningún recurso no renovable
deberá aprovecharse a mayor velocidad de la necesaria para sustituirlo por un recurso
renovable utilizado de manera sostenible.
Según algunos autores, estas tres
reglas están forzosamente supeditadas a la inexistencia de un crecimiento
demográfico. Se llama desarrollo sostenible aquél desarrollo que es capaz de
satisfacer las necesidades actuales sin comprometer los recursos y
posibilidades de las futuras generaciones. Intuitivamente una actividad
sostenible es aquélla que se puede mantener. Por ejemplo, cortar árboles de un
bosque asegurando la repoblación es una actividad sostenible. Por contra,
consumir petróleo no es sostenible con los conocimientos actuales, ya que no se
conoce ningún sistema para crear petróleo a partir de la biomasa. Hoy sabemos
que una buena parte de las actividades humanas no son sostenibles a medio y
largo plazo tal y como hoy en día están planteadas.
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